PIEDMONT, CA — Los padres de Krysta Tsukahara, una estudiante universitaria de 19 años, presentaron una demanda contra Tesla tras la muerte de su hija en un accidente con un Cybertruck que se incendió. Según la denuncia, un defecto de diseño impidió que la joven pudiera abrir la puerta para escapar de las llamas.
El choque ocurrió cuando el conductor, bajo los efectos del alcohol y drogas, perdió el control y se estrelló contra un árbol. Tres de los cuatro ocupantes murieron en el lugar, incluido el conductor. Solo una persona logró ser rescatada luego de que un testigo rompiera una ventana.
Los abogados de la familia aseguran que Tsukahara sobrevivió al impacto inicial, pero murió atrapada porque el sistema de apertura de puertas del Cybertruck depende de mecanismos electrónicos que pueden fallar durante choques e incendios. La palanca manual de emergencia estaba oculta y requería retirar un panel, localizar un cordón y jalarlo, un proceso complejo en medio del caos.
El caso llega en un momento delicado para Tesla, ya que la compañía enfrenta investigaciones federales por quejas de puertas atascadas en varios modelos. Expertos señalan que la falta de usabilidad en los sistemas de emergencia pone en riesgo a los pasajeros que no reciben instrucciones previas sobre cómo abrir las puertas manualmente.
Esta demanda se suma a otros litigios recientes que cuestionan la seguridad de los vehículos Tesla. En agosto, un jurado en Florida ordenó pagar más de 240 millones de dólares a la familia de otro estudiante fallecido en un accidente con un Tesla.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA) ya investiga múltiples reportes de padres que no pudieron abrir las puertas traseras para sacar a sus hijos, viéndose obligados a romper ventanas.
El caso de Piedmont podría convertirse en un nuevo referente sobre la seguridad y el diseño de los vehículos eléctricos de Tesla.