La legendaria banda de rock Jane’s Addiction enfrenta una profunda crisis interna. Tres de sus miembros —Dave Navarro, Eric Avery y Stephen Perkins— han presentado una demanda de $10 millones contra el vocalista Perry Farrell, a raíz de un incidente ocurrido en septiembre de 2024 durante un concierto en Boston, donde Farrell presuntamente agredió físicamente a Navarro en pleno escenario.
El altercado, captado en video por asistentes, muestra a Farrell empujando y lanzando un golpe al guitarrista antes de ser retirado por el equipo de producción. El show fue cancelado de inmediato y la banda suspendió el resto de la gira Imminent Redemption Tour.
Según la demanda, presentada en la Corte Superior del Condado de Los Ángeles, el comportamiento “violento e inestable” de Farrell no solo provocó la cancelación de la gira, sino que también frustró el lanzamiento de un nuevo álbum. Los músicos argumentan que el cantante ha mostrado una “incapacidad para liderar” y que sus acciones causaron daños físicos, emocionales y económicos a la banda y sus familias.
El documento también revela que Navarro, quien regresaba tras una larga lucha contra el COVID prolongado, abandonó pagos mensuales por discapacidad para reincorporarse al grupo. Además, pospuso su boda en Escocia con la actriz Vanessa Dubasso, perdiendo cerca de $50,000 en depósitos.
Días después del incidente, la banda anunció en redes sociales (en una publicación que luego fue eliminada) que se tomarían una pausa debido a “problemas de salud mental” del vocalista. Farrell, por su parte, emitió un comunicado pidiendo disculpas a sus compañeros, fans y familia, asumiendo la responsabilidad de lo ocurrido.
Sin embargo, la defensa legal del cantante respondió con fuerza, calificando la demanda como un intento de “aislar y desacreditar” a Farrell. Afirmaron que el proceso judicial fue motivado por el conocimiento de que se avecinaban acciones legales desde el lado del vocalista, acusando a los otros miembros de manipular la narrativa pública.